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lunes, 4 de junio de 2012

Reunión del 31 de mayo de 2012

En la sesión de hoy hemos comentado los últimos capítulos de la primera parte. Además hemos decidido continuar con la segunda parte durante el mes de junio. Vendrá el parón obligado de las vacaciones de julio y agosto y después del verano lo retomaremos donde nos hayamos quedado. Seguro que en el vereano encontramos más curiosidades para comentar y compartir.
En el capítulo 46 vemos que Sancho vuelve a hacer gala de su sensatez y eso a Quijote no le gusta demasiado. Nos detenemos en la larga lista de insultos que aparece. nuestro idioma es muy rico y extenso en cuanto a vocabulario a la hora de insultar y así nos lo hace saber Cervantes. También nos llama la atención las frases que hacen referencia al miedo y a la cobardía..
En el 47 parece como si en el libro se defendiese la caballería de antaño, pero según le interesa a Don Quijote nos dice que va evolucionando y cambiando; se ha modernizado. Don Quijote elude la responsabilidad de lo que le ocurre y achaca a los encantamientos que las cosas no le salgan del todo bien. Empezamos a plantearnos si Don Quijote se ha resignado o se ha rendido en su noble y digna batalla. Parece también darse cuenta de que está solo. Cervantes nos recuerda que tiene más cosas escritas. Nos fijamos además en la descripción de los demonios, entendidos fundamentalmente como el "daimon" griego, sin tener la connotación que posteriormente se le dará en el cristianismo como enemigo de Dios. Da la sensación de que tanto quijote como Cervantes empiezan a estar cansados. Aún así sus análisis sobre la libertad siguen estando presentes. El canónigo parece convertirse en el portavoz de Cervantes a la hora de teorizar sobre los libros de caballerías.
El capítulo 48 abunda en la teorización de la novela y se sigue dialogando sobre los cambios de los tiempos.
En el 49 seguimos disfrutando con la mezcla entre realidad y ficción y los diálogos que tan importantes son en la novela.
En el 50 Sancho sigue pendiente de su ínsula para ser rico, ni siquiera para gobernar. Entramos en un debate acerca de los ideales de Sancho trasladados a nuestros días y los intereses espurios y mezquinos que gobiernan nuestra vida. Quijote se está haciendo más teórico y cada vez lleva menos a la práctica sus nobles ideales del principio.
En el capítulo 51 nos encontramos de nuevo con el ámbito pastoril. Además establecemos un debate muy interesante en torno a la misoginia de Cervantes.
En el capítulo 52 y último de esta primera parte nos llama la atención ese final abierto de Cervantes invitando a continuar la novela con nuevas aventuras en el futuro. Quijote maltrecho y derrotado reposa por fin en su cama y se echa a dormir como en otros capítulos anteriores que ya hemos visto. A pesar de lo que pueda parecer el tiempo cronológico en el que se ha desarrollado la novela ha sido de unos cuantos días nada más.
Nos hemos quedado con ganas de más y sabemos que la segunda parte nos deparará grande momentos, así que continuaremos sin más dilación. El calor que empieza a hacer no nos acobarda. Seguimos leyendo y disfrutando.

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