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miércoles, 20 de febrero de 2013

Sesión del 19 de febrero de 2013 (y última)

Todo tiene  un final y la historia de nuestro hidalgo también.
En el cap. 71 parece que DQ no se ha creido del todo lo de Altisidora. Nos resulta cuirioso la facilidad para los números que demuestra Sancho, a pesar de ser analfabeto. Hecha perfectamente las cuentas de a cuánto le saldrá el azote. Vuelve a insitir con los refranes, algunos imposibles de comprender y encajar.
En el 72 entramos en un nuevo juego de realidad/ficción con la figura de Álvaro Tarfe. Parece también que se produce un "efecto boomerang" en el sentido de que queriendo Cervantes destrozar al apócrifo, lo que consigue es despertar la curiosidad por leer aquello que tanto ataca. De todas formas parece que a última hora no odia tanto a Avellaneda y muestra cierta comprensión y condescendencia. No entendemos muy bien la necesidad de estar hasta el último momento recordando la traición y el mal paso de Avellaneda cuando ha quedado más que remarcado y señalado a lo largo de muchos capítulos de esta segunda parte. Cervantes lo deja todo tan cerrado que es capaz de traer a la novela al protagonista del apócrifo, Tarfe, para testificar que este es el auténtico Quijote.
En el cap. 73 vemos que las percepciones y los agüeros varían según el estado de ánimo. Sancho sigue cobrando alteza y lo demuestra en su entrada al pueblo. También hay algo de vergüenza en la vuelta porque no deja de ser un fracaso. Las expectativas creadas no se han materializado. Claramente, Sancho es el protagonista en estos capítulos finales. Las ensoñaciones de DQ con la vida pastoril resultan incluso pueriles.
En el capítulo 74 de la segunda parte del Quijote y final de la obra nuestro antihéroe reconoce su locura. Es por ello que se produce una doble muerte: la biológica y la de los ideales. DQ muere con naturalidad y de forma repentina, alejado de momentos forzadamente dramáticos. Cervantes ha sido DQ y se están acabando juntos. Todo queda atado y sin posibilidad de ser desanudado. Ya no hay vuelta atrás. Ya no necesita a Dulcinea. El hecho de morir cuerdo le da a la obra unas connotaciones que comentamos como reflexión final.
En la primera parte el mejor "alter ego" de Cervantes ha sido DQ, mientras que en esta segunda parte se ha adaptado mejor sancho al papel del otro yo. DQ nace y muere en la cabeza de Alonso Quijano que a su vez ha sido fruto de la cabeza de Cervantes.
Se termina aquí nuestra andadura de 13 meses y 26 sesiones de 2 horas, donde hemos disfrutado de la lectura en compañia. Hemos compartido buenos momentos y compartido conocimientos y emociones.
Un abrazo para todos aquellos que han pasado por este "Grupo de estudio del Quijote" de la Asociación Trilce cultural y social de Pinto y en especial a quienes han estado de principio a fin: Sara, Teresa, María Jesús, Saturnino, Hilario...  También un abrazo para Carlos, Angel, Alberto... Ha resultado una experiencia increíble haber compartido esta lectura con vosotros y vosotras. Larga vida al Quijote y nos vemos en los libros.
Vale.
Un abrazo    

Sesión del martes 12 de febrero de 2013

Cap. 66. DQ está derrotado definitivamente y así lo siente y expresa en varias ocasiones. En la medida en que Quijote va desapareciendo es el autor quien más se va haciendo visible. Estamos en una fase en la que DQ se está dejando llevar por Sancho. Parece como si ahora fuese él quien acompaña a su escudero y no al revés. Por momentos nos parece que DQ padece depresión y represión.
En el cap. 67 DQ entra en el juego de querer ser pastor y se ilusiona por momentos con la vida bucólica. Es en realidad un regreso a la Arcadia e idealiza ese mundo igual que lo ha hecho con la caballería. Nuestro personaje sigue pensando que Altisidora está enamorada. Nos divierte una vez más el juego con los nombres propios y también el estudio sobre las palabras de origen árabe.
Cap, 68. La piara de cerdos por encima de ellos es el remate del despropósito y la humillación. Cualquier intento de heroicidad ha sido vapuleado y ridiculizado. Sancho sigue a gran altura en estos capítulos finales en sus reflexiones. Al final del capítulo son prácticamente secuestrados. Nos gustan los cambios en el sentido de las palabras hacia ellos que Sancho tergiversa de una manera inocente y cómica.
En el 69 se da otra vuelta de tuerca en la manipulación con saña que llevan a cabo los duques hacia el caballero y su escudero que se asemeja a una representación del Santo Oficio.
En el cap. 70 Cide Hamete aclara algunas cuestiones interesantes acerca de cómo hemos llegado hasta aquí. Vuelve a machacar a Avellaneda. No nos imaginábamos que volvieses a dar otra vez con sus huesos en el castillo. El final se acerca y la vuelta a su hogar se lleva a cabo con premura.

martes, 12 de febrero de 2013

Martes, 5 de febrero de 2013

En el cap. 60 leemos un interesante pie de página donde explica el bandolerismo en Cataluña y el personaje real de Roque Guinart. Hablamos también del peligro de los celos que aquí se trata y de cómo se van precipitando las historias que se narran.
En el 61 nos deleitamos con el momento en que nuestros entrañables personajes llegan al mar. Un mar inmenso, acostumbrados a las lagunas de Ruidera allá tierra adentro. También comentamos el colorido y la representación que les preparan nuevamente en la celebración. Nos gusta la manera que tiene Cervantes de sumergirnos en el bullicio y la velocidad de la gran ciudad de la época y la diferencia con toda la travesía por campo y pueblos que ha habido hasta ahora.
En el 62 hablamos de la cotidianidad de la imprenta y del valor que da a los traductores. Vuelve a hablar de Avellaneda y con el pasaje del busto vuelve a hacer hincapié en la adivinación y la superstición.
En el 63 observamos que el significado de la palabra "chusma" ha ido variando con los tiempos hasta llegar a las connotaciones que tiene hoy en día. Cervantes se recrea en la batalla y en las galeras.
En el cap. 64 DQ ha sido humillado y vencido. Ha sido derrotado y va decayendo; se va degradando, pero es plenamente consciente de todo. Cervantes se está deshaciendo del personaje poco a poco y se vislumbra cómo quiere ir cerrando la obra definitivamente.
En el 65 asistimos al resultado del duelo y el declive es patente. Se van perdiendo las ilusiones y la realidad se está imponiendo frente a los sueños. Sansón Carrasco se venga de la pérdida de cuando fue "el caballero de los espejos". Debatimos, para finalizar, sobre la cuestión histórica de los moriscos.

viernes, 8 de febrero de 2013

Sesión del 29 de enero de 2013

Retomamos el cuento del puente que vimos el último día y hemos encontrado que tiene que ver con lo absurdo de algunas leyes y la imprecisión de algunas de ellas. Hay matices que marcan diferencias y el trabajo del juez es valorar esos matices dentro de los márgenes que marca la ley para aplicarla. si no se tiene esto en cuenta se puede cometer un error peor que el propio delito. Tiene cabida la misericordia y la benevolencia que hemos ido viendo en estos capítulos.
En el 56 parece que los duques achantan ante las quejas de Sancho y se muestran pesarosos dentro de su comportamiento un tanto desalmado. No ha sido tan divertido como esperaban. Comentamos algún refrán curioso. La trampa planteada por el duque se ha chafado.
En el 57 Altisidora maldice a DQ con un poema duro hacia su persona. Lo que intenta es embarullar y enredar. Buscan claramente el enfrentamiento y tiene una intención clara de polemizar. Los escudos de oro son una manera de compensar todo lo malo que les han hecho pasar. Sigue vigente la idea de algunos de que todo se puede compensar con dinero.
En el 58 comentamos el humor con el que se dirige Sancho a DQ para decirle que no comprende cómo se pueden enamorar de él. Debatimos en torno a la belleza y a los atractivos a veces ajenos a ella. Nos detenemos en la frase acerca de la libertad que se menciona al principio y con la que quizás Cervantes se está lamentando de sí mismo. Nos quedamos con las ganas de comprender en profundidad la expresión "Santiago y cierra España". Reparamos además en que DQ es supersticioso en pequeñas cosas a lo largo de toda la obra. No interpretamos demasiado bien el sentido del pasaje de las redes y nos quedamos sin entender muy bien qué puede significar esta anécdota y porqué está aquí relatado algo relativamente insignificante e intrascendente.
en el 59: "Yo Sancho nací para vivir muriendo y tú para morir comiendo. Este capítulo entra directamente en la confrontación con el apócrifo. ¿Qué habría sido del Quijote sin Avellaneda? Probablemente no habría existido esta segunda parte. Antes de despedirnos pasamos un buen rato intentando clarificar este extraño entramado.