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jueves, 28 de junio de 2012

Sesión del 14 de junio de 2012

Hemos comenzado la segunda parte y nos hemos enfrascado con el prólogo y los dos primeros capítulos. En el aire ha empezado a sobrevolar Avellaneda y estamos todos de acuerdo en el cambio de tono y de rumbo que ha tomado la novela. El inicio es genial haciendo metaliteratura. Nos habla de una obra de ficción sobre el hidalgo, el cual es a la vez un personaje de ficción. Volvemos a hablar sobre lo políticamente correcto en el uso del lenguaje. Decidimos que nos merecemos un descanso y que volveremos en septiembre retomando los primeros compases de esta segunda parte. Cada uno decidirá si continúa con la lectura, revisa bibliografía que ha ido apareciendo, o simplemente se dedica a otros menesteres que nada tengan que ver con La Mancha. El espíritu libre de Don Quijote se nos ha contagiado y haremos aquello que consideremos oportuno, lo que nos dé la gana, o lo que nos dejen...
Para despedirnos temporalmente, sirva un texto de Antonio Machado, quien en su "Juan de Mairena" dice lo siguiente:
"Nuestro Cervantes -sigue hablando Mairena a sus alumnos- no mató, porque ya estaban muertos, los libros de caballerías, sino que los resucitó, alojándolos en las celdillas del cerebro de un loco, como espejismo del desierto manchego. Con esos mismos libros de caballerías, épica degenerada, novela propiamente dicha, creó la novela moderna. Del más humilde propósito literario, la parodia, surge -¡qué ironía!- la obra más original de todas las literaturas. Porque esta gloria no podrán arrebatarnos a los españoles: el que lo nuestro, profundamente nuestro, no se parezca a nada.
"Extraño y maravilloso mundo ese de la ficción cervantina, con su doble tiempo y su doble espacio, con su doblada serie de figuras -las reales y las alucinatorias-, con sus dos grandes mónadas de ventanas abiertas, sus dos conciencias integrales, y, no obstante, complementarias, que caminan y que dialogan. Contra el "solus ipse" de la incurable sofística de la razón humana, no sólo Platón y el Cristo, milita también en un libro de burlas, el humor cervantino, todo un clima espiritual que es, todavía, el nuestro. Se comprende que tarde tanto en llegar esa otra gran novela que todos esperamos."
Buen verano.

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