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jueves, 13 de septiembre de 2012

Sesión del 13 de septiembre de 2012

Volvemos tras el descanso vacacional con fuerzas renovadas y gran ilusión por retomar nuestra lectura aparcada durante el verano. Todos coincidimos en que queríamos seguir leyendo la segunda parte del Quijote, pero era mejor aguantarse las ganas para llevarlo más pausado, al ritmo del grupo de estudio y que así no nos jugase malas pasadas la memoria de lo que ya leímos hace tiempo.
Comentamos extensamente las vicisitudes del veraneo de los participantes y nos metemos de lleno donde lo dejamos en junio. Repasamos lo que ya vimos en el prólogo y los primeros 5 capítulos. Surge inevitablemente   el asunto Avellaneda y decidimos que si al final del  Quijote nos quedan ganas, podemos leer el Quijote de Avellaneda de una manera menos exhaustiva, pero comparativa. Puede resultar muy esclarecedor dada la incidencia que tiene en la historia del Quijote. Parece que, lejos de su propósito, lo de Avellaneda hace que Cervantes brille más.
Cervantes parece que está molesto, enfadado con lo que ha sucedido y debatimos en torno a si él sabía quien era la persona que se escondía bajo ese seudónimo. Nuestra opinión es que le conocía, pero quizás era alguien protegido y respaldado. En cualquier caso, a día de hoy, más allá de la ingente cantidad de sesudos estudios para desentrañar el misterio, la verdadera identidad sigue sin saberse. Esto le aporta un carácter misterioso, propio de novela negra que resulta muy motivador.
Durante este tiempo, nuestro compañero Hilario ha escrito un poema a vuelapluma, "in situ" que nos lee y arranca nuestros aplausos.
Coincidimos en que ya desde el capítulo 1 de esta 2ª parte Cervantes es un maestro en el juego de los tiempos. Son diez años en la vida real que se transforman en un mes en la ficción, con todo lo que ha acontecido, tanto a nivel personal como literario en ese tiempo. Nos detenemos en la crítica que se hace a los caballeros que nada han hecho y que parece que lo son.
Los capítulos 2, 3 y 4 parecen formar un bloque temático en torno a las diferencias entre el poeta y el historiador y disfrutamos especialmente de la intertextualidad y la relación entre ficción y realidad, haciéndose eco de los errores y deslices cometidos en la primera parte. El personaje de Quijote parece que toma cuerpo y se sale del propio libro. Se mezclan por mometos Cervantes y Quijote como militares fracasados. La autocrítica y el resumen rápido de la primera parte son simplemente geniales.
En el capítulo 5 nos detenemos en el lenguaje coloquial entre Sancho Panza y su "oíslo", es decir, esposa. Es una joya lingüística. 
Buen comienzo para un Cervantes brillante y con ganas de dejarnos lo mejor de sí desde el punto de vista literario.
Nos despedimos con la sensación de que nuestra motivación se ha incrementado después del descanso estival.

1 comentario:

  1. Recomendamos el libro de Cristóbal Zaragoza: "Cervantes, vida y semblanza" de la editorial Mondadori. Es una biografía del autor muy completa y documentada.

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